lunes, 30 de marzo de 2020

Tenemos virus

Para ser actuales debemos llamar a la palestra a un individuo bastante escurridizo y raro y al que no se le considera vivo como tal, los virus. La definición actual de vida pasa por un organismo capaz de actuar con el entorno, metabolizar, reproducirse y morir. El punto donde falla para los virus es que aquellos no tienen la parafernalia necesaria para la reproducción y requieren de un huésped, lo que los hace parásitos, además tampoco pueden metabolizar. Existen miles de virus y su clasificación taxonómica no viene al caso. Lo que hay que saber en nuestro caso de legos en la materia es que algunos son de ADN y otros de ARN, las moléculas de la vida o ácidos nucleicos ya sea una cadena ─monocatenario─ o dos cadenas ─bicatenario─. Nunca hemos visto uno que posea ambos ácidos nucléicos. Además están envueltos por una cápsula proteínica a modo de piel que puede ser simple o doble. Si está constituido por ARN se les llama retrovirus. Su clasificación depende de la enfermedad que producen hepadnaviridae produce hepatitis y papiloviridae papiloma; según la forma que presenta al microscopio; filoviridae en forma de filamento y coronavirus en forma de corona; según el descubridor virus de Epstein-barr o al lugar de descubrimiento como el virus Norwalk. Hoy día subsisten dos clasificaciones, la Baltimore por las cadenas simples o dobles de ARN o ADN que lo suscriben y una taxonómica más compleja del Comité Internacional de Taxonomía de Virus ICTV.

Contagios:

a. Un virus es un fragmento de ARN o ADN con una envoltura proteínica que no tiene la capacidad de reproducirse a sí mismo ni de metabolizar y por ello requiere un huésped.
b. La clasificación es muy variable, según lo que vemos al microscopio, el país de descubrimiento, el descubridor o la enfermedad que producen.
c. No pueden verse a simple vista ni en microscopio óptico, son tan pequeños ─del rango de nanómetros─ que requieren de un microscopio electrónico.
d. El tiempo de vida de un virus en superficie es muy aleatorio y depende de su resistencia propia, pero 5 días es un récord difícil de superar. En un ser vivo el período de vida se extiende a la muerte del huésped o al triunfo del sistema inmunitario.
e. Los antibióticos no son efectivos contra ellos y los antivirales deben ser específicos para cada virus. Es más probable una vacuna para un virus que una cura para la enfermedad desarrollada.

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