domingo, 31 de mayo de 2020

Tenemos nombres y apellidos

Tan obvio que nos llamamos o nos llaman de alguna manera y que existe una necesidad de reconocernos como algo único. El nombre surge por la necesidad del grupo de identificar al otro y así una primera instancia nos llevaría a un hecho asociado al nacimiento: Nube Gris, Toro sentado o Pequeño Rayo de Luz como nos muestran ciertos nombres indios o incluso una hazaña en vida como Matador de Extranjeros, Gloria de Hera o Defensor de Hombres que nos enseñan las escrituras y en la traducción o el idioma aclarador no es más que Xenofontes, Heracles y Alexandros; pero también hay Amante de caballos, Piedra y Segundo entre dos hermanos: Felipe, Petrus y Jacobo. Los gustos difieren, pero nombrar al otro es reconocerlo y con el aumento de población y pueblos se requirió reconocerlos como de una ciudad o región: Leonardo de Vinci, Alonso de Ojeda o Nicolás de Federman, sin ofender a Pitágoras de Samos, Arístipo de Cirene y Pítaco de Mitilene. Los oficios fueron un caudal de ayuda para la multitud: herreros, zapateros, carpinteros, labradores y molineros son ejemplos de Herrera, Zapatero y Labrador. Aludir a una característica como Blanco, Rojo, Melena también es funcional en la identificación del otro. Una de los sistemas más utilizados en el mundo es usar algún reconocedor para "hijo de" como el "ida" griego Benjaminida era hijo de Benjamín, como Pélida de la estirpe de Peleo; el ov y ova rusos, Pavlov es el hijo de Pablo y Pavlova es la hija de Pablo. El mac irlandés: McArthur es hijo de Arthur; la partícula O en el nombre O'connor es hijo de Connor y la terminación ez para los españoles, González es el hijo de Gonzalo.

Apellidos:

a. Los nombres provienen de la necesidad de nombrar al otro, entre los animales hay una marca química, un olor y hasta unas señas sobre el cuerpo. El lenguaje dio al traste con la imposición de esa característica y llegamos al nombre.
b. En un principio debió ser muy sencillo, una guturalización, una mueca, un par de oclusivas glotales o un silbido.
c. En algún momento se remontó a un hecho en ocurrencia: Caída de agua, cielo roto, árbol gris o una emoción: Felicidad, Alegría, Libertad. No se ocupen que en sus idiomas nativos pueden sonar como Rahui, Yanél, Jun , Itxzel o Yoko.
d. Acabada la felicidad, puede nombrarse por un hecho importante en la vida o un deseo o augurio para el bebé: Atahualpa en quechua es "ave de la fortuna"; Baldomero es "guerrero vencedor" en algún dialecto alemán y Protesilao en griego es "el primero del pueblo". Puede usarse la ciudad para identificar: Diego de Almagro o Sebastián de Belalcázar. O la región: Juan de la Torre o Teresa del Castillo e incluso una cualidad Pedro el Rojo o Alejandro el Grande y más todavía una profesión: José Luis Escribano o Mauricio Cantor.
e. Es muy común usar una partícula para "hijo de" como Junior: Carlos Arturo Alvarez Junior es hijo de Carlos Arturo Alvarez senior o Jameson es el hijo de James como Williamson es el hijo de William.

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