domingo, 15 de julio de 2018

Gustamos

El cuarto sentido -el orden en que los describí, pese a que su importancia, también es relativa- aunque ya hemos dicho acá que son muchos más de los que se mencionan, es el gusto y sobre él se habla demasiado, lo que si sabemos es que las encargadas de transmitir al cerebro la información recibida, son las papilas gustativas que son variadas, que están en una amplia superficie de la lengua y que pueden captar cuatro, cinco sabores con el umami que está explicado en una página anterior. Las papilas contienen unos botones gustativos unidos a células nerviosas, cuando algo entra en contacto con la lengua, percibimos su temperatura y textura con unas papilas exclusivas para tal fin y al disolverse en la saliva, parte de esa información es llevada al cerebro que hace las comparaciones necesarias, evalúa y acierta a decir: "sabe como a..." El sabor dulce, salado y ácido, es captado más -no exclusivamente- por la parte delantera de la lengua y los bordes y el amargo por la base de la misma. 

Sabores:
a. Unos 10.000 botones gustativos, ubicados en las papilas, esas pequeñas bolitas que vemos en la lengua de cada uno de nosotros, son las que se encargan de llevar la información de los sabores en la boca al sistema nervioso que los procesa.
b. Su pérdida, aunque es poco común se llama ageusia, o disgeusia o hipogeusia, dependiendo de sus alcances.
c. He querido explicarme porque evolucionamos las papilas de lo amargo en la parte más atrás de la lengua, si podría evitarnos un sinsabor, pero al tener un detector primordial de energía ocupando la punta -buscamos lo dulce- había que relegar tales sensores a otro sitio, además, sabiendo que la sensibilidad a tales sabores sólo es relativa y realmente todos los sabores se pueden detectar en cualquier parte -con sensibilidad relativa- el problema queda sesgado y sin mucha base.

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