Yo he notado que cuando se consume alcohol con pasante azucarado, la respuesta del cuerpo a la intoxicación es mayor y más rápida. Traté de hallar la respuesta en el proceso de fermentado y se me ocurrió que al llegar el azúcar al estómago conjuntamente con el alcohol, el proceso de fermentación se continúa sobre el azúcar añadido produciendo más alcohol que se dirigía al torrente sanguíneo, es decir, que en vez de tomar menos, como parece al hacer la dilución, se toma más y al pensar que como no se está tomando mucho por lo dulce, se abusa aún más de la dichosa bebida. Eso resume mi teoría que más luego fue derribada por mi amiga bióloga Gabriela, pero no en su totalidad, porque aunque no he hecho experimentos, me atrevo a sostener mi teoría como tal hasta que sea desmentida. Mi amiga me explicó, palabras más, palabras menos, que los procesos en el cuerpo vienen por orden de necesidad y el azúcar en una bebida podría facilmente embolatar al cuerpo en cuanto a lo que debe hacer con el alcohol añadido y cuando se encarga de él es demasiado tarde y por ello tales personas sufren de una borrachera repentina. Por el momento espero más datos.
Consignar:
a. El alcohol sigue siendo un veneno y consumirlo tiene consecuencias.
b. No está demostrado que mezclar tragos diversos cree más o menos borrachera ya que es su contenido de alcohol etílico el responsable del envenenamiento.
c. Por más puros que parezcan los alcoholes etílicos vienen mezclados con alcoholes metílicos y aunque su proporción se da en trazas, es aún más venenoso, es decir, licores de dudosa procedencia y calidad tienen más metanol y podrían ser hasta mortales.
d. La mayor embriaguez al consumir licores con azúcar puede deberse a que el azúcar también fermenta y aumenta en sangre o que el cuerpo procesa primero su interesante azúcar y deja el alcohol en segundo plano y por ello aumenta más rápido su concentración en un momento dado.
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